Normalmente, cuando queremos inspirarnos, miramos hacia arriba (y, recordando a Serrat, nos quedamos colgados en las alturas… me gusta Serrat), o cerramos los ojos y queremos que la bombilla se nos prenda a base de presión y quema de neuronas. Ambas formas son razonables, pero quiero ofrecerles una de lasContinue Reading